Después de revolucionar la generación de textos e imágenes con la inestimable ayuda de la IA, OpenAI quiere ahora poner patas arriba el séptimo arte. La matriz de ChatGPT ha anunciado la producción de Critterz, una ambicioso largometraje de animación alumbrado con IA.
Este singular proyecto cinematográfico, al que la industria del cine no quitará probablemente ojo, podría marcar un antes y un después en el uso del IA en el universo de la cultura, donde esta tecnología ha hecho ya sus pinitos, pero no tiene aún la vitola de «mainstream».
El proyecto comenzó a tomar forma en 2021, cuando Chad Nelson, un creativo de OpenAI, se apoyó en la herramienta de generación de imágenes DALL-E para imaginar personajes y escenarios de corte fantástico. Tales personajes y escenarios tomaron posteriormente la forma de un cortometraje experimental que dejó tan impresionados a los ejecutivos de OpenAI que decidieron dar luz verde a la producción de una película de formato más largo.
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Critterz es una película ambientada en un bosque mágico donde las criaturas que allí residen ven alterada su apacible armonía con la llegada de un misterioso personaje. Con una atinada amalgama de sentido del humor, aventura y vistosas imágenes, la nueva fábula animada de OpenAI quiere conquistar a los espectadores, también a aquellos que más recelan a bote pronto de las bondades de la IA.
La producción de Critterz se ha demorado apenas nueve meses, todo un récord si tenemos en cuenta en los títulos de animación son necesarios al menos tres años de trabajo. Mediante el uso de diferentes herramientas (GPT-5, DALL-E y Sora), OpenAI pudo acelerar notablemente los tiempos de producción y convertir rápidamente en secuencias de vídeo los bocetos previamente generados por artistas de carne y hueso.
¿Marcará Critterz un antes y un después en Hollywood?
El modelo en el que echa anclas Critterz es de naturaleza híbrida, pues en el proyecto han estado involucrados tanto humanos de carne y hueso (ilustradores y actores que han prestado su voz a los personajes) como herramientas de IA que han agilizado extraordinariamente las diferentes fases de producción del filme.
El presupuesto de Critterz es de apenas 30 millones de dólares, una pequeñísima fracción de lo que cuesta producir películas de animación en Pixar o en Dreamworks (y sin sacrificar en ningún momento el resultado final).
Critterz es para OpenAI una suerte de escaparate con el que la compañía pretende demostrar que sus herramientas de IA generativa se prestan también a la producción de proyectos a gran escala y no se limitan a la creación de «demos” de naturaleza técnica.
Para evitar que su primera película pueda toparse de bruces con eventuales problemas legales, OpenAI ha obrado con cautela y ha incorporado en su primer proyecto cinematográfico diferentes elementos generados por humanos de carne y hueso (guión, ilustraciones originales y voces) con el último objetivo de regatear posibles demandas relacionadas con los derechos de autor.
Chad Nelson es el director del primer filme de animación de OpenAI, que ha sido producido en colaboración con Vertigo Films (Londres) y Native Foreign (Los Ángeles) con el soporte financiero de Federation Studios (París). El guión de Critterz lleva, por otra parte, la rúbrica de James Lamont y Jon Foster, que habían escrito previamente el libreto de la la película Paddington: Aventura en la selva.
El filme celebrará previsiblemente su «première» en la próxima edición del Festival de Cine de Cannes antes de su estreno a escala internacional. Si la película es ungida eventualmente con el éxito en el plano técnico y artístico, podría contribuir a la aceleración de la integración de la IA en la industria del entretenimiento. No obstante, quienes tendrán en todo caso la última palabra sobre el éxito o el fracaso de Critterz serán los espectadores y la crítica profesional.
