El 31% de los consumidores aceptaría los anuncios en ChatGPT y compañía si ello significara poder seguir accediendo gratis a estas plataformas.
Google, Meta y Amazon llevan hurtando vorazmente presupuestos publicitarios a los medios tradicionales desde hace años. Y en los años venideros la televisión, la radio y la prensa podrían tener que competir también con los chatbots de IA por los presupuestos publicitarios de los anunciantes. La publicidad podría arribar, al fin y al cabo, más pronto que tarde a ChatGPT y compañía y lo cierto es que la gente no abjura en modo alguno de plano de esta posibilidad. Así lo sugiere al menos un reciente estudio llevado a cabo en Alemania por YouGov y Horizont en el fueron entrevistados alrededor de 2.000 consumidores mayores de 18 años.
De acuerdo con el informe, el 46% de los consumidores consultados utiliza al menos de vez en cuando aplicaciones de IA generativa como ChatGPT, Gemini, Copilot y Claude con fines privados. Y el 25% va más allá y emplea este tipo de herramientas a menudo o muy a menudo. Además, el 17% de los usuarios hace uso de ChatGPT y sus múltiples émulos al menos una vez al día (o incluso varias veces a lo largo de la jornada).
En la investigación el dato que más llama en todo caso la atención es que la elevada proporción de consumidores que aceptarían de buen grado la eventual irrupción de la publicidad en los chatbots de IA si ello significara, eso sí, poder seguir teniendo acceso a ellos de manera totalmente gratuita. El 31% de los consumidores consultados en el marco del estudio aceptaría los anuncios en ChatGPT y compañía. Y otro 40% responde que daría quizás su beneplácito a la publicidad en los chatbots de IA, por lo que podría terminar aceptando los anuncios en este contexto para poder beneficiarse de estas herramientas sin ningún coste asociado. Las dudas de los usuarios están emparentadas con el grado de intrusión de la publicidad que se abriría paso en la IA (por lo que si este es aceptable, muchos usuarios se plegarían probablemente a los anuncios).
Los chatbots de IA son cada vez más populares, lo cual explica la receptividad del usuario al emplazamiento de publicidad en este tipo de soporte
Que la imbricación de los anuncios en los chatbots de IA sea tan elevada no sorprende en todo caso demasiado, pues su popularidad está en la cresta de la ola y ChatGPT y sus múltiples clones se utilizan para efectuar consultas sobre toma una plétora de temas. Los consumidores hacen uso de los chatbots particularmente para hacer preguntas sobre temas relaciones con la salud. El 18% de los usuarios consulta a menudo o muy menudo a la IA sobre enfermedades y sus síntomas, accidentes y medicamentos. E idéntico porcentaje (18%) se apoya igualmente de vez en cuando en la IA para escribir textos. El 12% se deja inspirar a menudo o muy a menudo por ChatGPT y otros chatbots a la hora de escribir.
De menos popularidad disfrutan los chatbots para la generación de imágenes y vídeos. Solo el 9% usa la IA a menudo o muy a menudo para la creación de imágenes y vídeos. El protagonismo de la IA para planificar viajes o visitar restaurantes (9%), para buscar soporte emocional (9%) y para organizarse en el día a día (8%) es igualmente moderada.
La herramienta de IA más ampliamente utilizada es ChatGPT. El 60% de los usuarios ha utilizado en alguna ocasión el chatbot de OpenAI para fines privados. Siguen a bastante distancia a ChatGPT Google Gemini (31%), Microsoft Copilot (15%) y Perplexity (5%).
Por su parte, herramientas de generación de imagen y vídeo DALL-E, Midjourney y Sora han sido empleadas por tanto solo el 4% de los consultados. Y es igualmente raquítica la popularidad (4%) de Grok, el chatbot de IA de Elon Musk.
Aun cuando el protagonismo de la IA no para de pegar el estirón, el consumidor de a pie no termina de confiar al 100% en esta tecnología. Y al 46% de los usuarios le preocupan la protección de los datos y la seguridad en el uso de la IA. En esta misma línea, el 42% de los usuarios expresa sus dudas sobre la precisión de la información facilitada por la IA y sobre las implicaciones éticas solapadas a su uso. De manera similar, el 40% de los usuarios cree que la IA no es suficiente transparente, particularmente en relación a las fuentes de las que recaba exactamente la información. Y uno de cada cuatro usuarios expresa sus reservas hacia a la IA argumentando la dependencia en la que uso pudiera desembocar eventualmente.
