Entrevista a Carlos de Miguel, director de marketing de Ginos

La conocida cadena de restauración italiana, Ginos, conmemora sus cuarenta años en España con «40 años revelando el auténtico sabor», una campaña que viaja al pasado para rescatar lo mejor de sus raíces. Desarrollada por Ogilvy y producida por Hogarth, la acción rinde tributo a la autenticidad recreando un set fotográfico con cámaras y técnicas analógicas de los años 80, década en la que nació Ginos.

Desde MarketingDirecto.com hemos entrevistado a Carlos de Miguel, director de marketing de Ginos para hablar sobre el proceso creativo detrás de esta original iniciativa, el simbolismo de volver a lo analógico, y cómo la cadena de restauración está trazando su futuro sin perder la esencia. También abordamos su estrategia de marketing actual, la relación con las nuevas generaciones, la integración de tecnología en la experiencia de cliente y las acciones que aún están por venir dentro de esta celebración tan especial.

Ginos cumple 40 años y lo celebra con la campaña «40 años revelando el auténtico sabor». ¿Qué representa este hito para la marca y cómo ha evolucionado Ginos desde sus inicios?

Cumplir 40 años es un momento muy especial para cualquier marca, pero en el caso de Ginos tiene un significado aún más profundo. Hablamos de cuatro décadas acompañando a distintas generaciones con una propuesta de cocina italiana que ha sabido mantenerse fiel a su esencia, evolucionando al ritmo de los nuevos tiempos sin perder autenticidad.

Pocas marcas en restauración organizada pueden presumir de una trayectoria tan sólida, con 40 años de historia, y para nosotros no solo es motivo de orgullo, sino también una oportunidad para mirar atrás con gratitud: a nuestras raíces, a nuestra manera de hacer las cosas y, sobre todo, a la relación que hemos construido con nuestros clientes.

La campaña «40 años revelando el auténtico sabor» es un homenaje a quienes han crecido con nosotros, a los platos que siguen emocionando, y a una forma de entender la cocina con respeto por lo artesanal. Y, como no podía ser de otra manera, lo vamos a celebrar por todo lo alto: con un plan de medios ad hoc, promociones especiales para los socios de Club By, acciones como «Cuarenttones», y por supuesto, con nuestros equipos, que son el corazón de Ginos.

Hemos hecho felices a millones de personas que nos han elegido durante estos 40 años, y nuestro compromiso es seguir haciéndolo: escuchando, mejorando y sorprendiendo. Queremos celebrar muchos años más juntos.

¿Cómo ha sido el proceso creativo y de producción con Ogilvy y Hogarth? ¿Qué retos implicó trabajar con técnicas analógicas en una era dominada por lo digital?

Trabajar esta campaña con Ogilvy y Hogarth ha sido muy especial. Desde el principio compartimos una visión muy clara: queríamos que este 40 aniversario se viviera con emoción, autenticidad y una estética muy cuidada. Y para eso, tenía sentido alejarnos de lo digital, de lo inmediato, y apostar por lo tangible y artesanal.

Elegimos técnicas analógicas en fotografía y producción como una forma de conectar con lo artesanal, igual que hacemos en nuestra cocina. La fotografía analógica se convirtió en una metáfora perfecta: cada imagen requería paciencia, precisión y cariño… igual que nuestros platos más icónicos.

En plena era de la inteligencia artificial, decidimos dar un paso atrás para mirar hacia lo esencial. Usamos una estética ochentera que conecta con nuestro origen, con piezas exteriores inspiradas en aquella época y un making of que muestra ese proceso cuidado y detallista.

Fue un reto, sin duda: no había margen para improvisar, cada disparo contaba, y había que esperar al revelado, algo que tengo que reconocer, genera cierta ansiedad e inseguridad, pero justamente ahí es donde estaba la magia. Logramos que cada imagen tuviera alma, y eso es algo que se percibe claramente en el resultado final.

¿Cómo definirías hoy la estrategia de marketing de Ginos? ¿Qué prioridades estáis manejando en el corto y medio plazo?

Nuestra estrategia pasa por reforzar el posicionamiento de Ginos como ese lugar donde se celebra la cocina italiana auténtica, pero con una mirada contemporánea.

Queremos seguir atrayendo a un consumidor que valora lo honesto y cercano, los platos de siempre al igual que la innovación, todo cocinado al momento, y la seguridad que generan 40 años de experiencia.

En el corto plazo, nuestra prioridad es visibilizar este 40 aniversario con acciones que generen recuerdo y conexión emocional. Pero también seguimos apostando fuerte por la innovación en carta, la mejora continua de la experiencia en sala y la consolidación de nuestra presencia digital.

En estos 40 años, Ginos ha sido testigo de grandes cambios en el consumidor. ¿Qué tendencias actuales crees que están marcando el consumo en restauración y cómo os estáis adaptando?

Después de tantos años, una cosa está clara: las modas cambian, pero el deseo de sentirse bien, de confiar en un lugar, de disfrutar de una experiencia completa, sigue intacto.

Hoy el consumidor busca algo más que una buena comida: quiere sentirse cómodo, reconocido y vivir momentos que le hagan disfrutar y volver para compartirlos. Ginos es para personas como tú y como yo, que quieren comer bien, en un sitio agradable, a buen precio y con la tranquilidad de saber que todo va a salir bien. La historia nos ha convertido en la opción elegida para celebrar, ya sean cumpleaños, reencuentros o incluso primeras citas. Estamos ahí para acompañar al consumidor en cualquier momento que para él sea importante.

Además, estamos muy atentos a tendencias que ya son parte del presente: el equilibrio entre indulgencia y salud, la transparencia en el origen de los ingredientes, disponer de dos tipos de masa, cocina tradicional y de tendencia y un club de fidelización inigualable. Todo eso lo estamos incorporando con naturalidad, sin perder de vista lo que nos define: una cocina italiana hecha con mimo al momento y pensada para disfrutar.

¿Cómo integra Ginos las nuevas tecnologías en su estrategia de marketing y experiencia de cliente?

La tecnología para nosotros es un facilitador. En marketing, nos permite segmentar mejor, entender al cliente con mayor profundidad y hablarle en el momento y canal adecuado. En sala, la digitalización nos ayuda a ofrecer un servicio más ágil y eficiente, siempre sin perder el toque humano que nos caracteriza.

También estamos potenciando todo nuestro ecosistema digital —web, app, Club By, nuestro club de fidelización— y trabajando nuestras acciones CRM para construir una relación más duradera y personalizada con nuestros clientes.

¿Qué otras acciones tiene previstas la marca dentro de esta celebración del 40 aniversario? ¿Veremos más campañas o colaboraciones especiales?

La campaña y la acción de «Cuarenttones» son solo el comienzo. Para nosotros, celebrar estos 40 años es compartir este momento con quienes han formado parte del camino.

«Cuarenttones» ha sido nuestra forma de brindar con quienes nacieron en 1985 y también cumplen 40 este año, regalándoles uno de nuestros dos platos más icónicos. Ha sido una acción muy bien recibida porque conecta desde lo emocional, desde ese «sabor de siempre» que nos une.

Y sí, tenemos muchas más sorpresas previstas a lo largo del año: acciones experienciales, promociones especiales, nuevas formas de conectar con nuestros clientes y también colaboraciones que nos ayuden a seguir fortaleciendo lo que somos: una marca auténtica, cercana, con historia y futuro.

¿Qué balance haces de estos años al frente del marketing de Ginos y qué te ilusiona especialmente de cara al futuro de la marca?

El balance no puede ser más positivo. Lo más bonito ha sido comprobar cómo una marca con tanta historia sigue teniendo tanto que decir. Liderar el marketing de Ginos implica cuidar un legado muy potente, pero también disfrutar de la libertad para explorar caminos nuevos.

Lo que más me ilusiona es seguir haciendo crecer la marca desde lo emocional, conectar con nuevas generaciones sin dejar atrás a quienes ya nos sienten como parte de su vida. Creo que el futuro de Ginos pasa por seguir siendo auténticos, pero también valientes. Y ese es un viaje que, sin duda, merece la pena disfrutar.