Omnicom e IPG podrían ser obligadas por la FTC a no boicotear ninguna plataforma aduciendo razones directamente emparentadas con su contenido político.
Los «holdings» publicitarios Omnicom e Interpublic Group (IPG) esperan con impaciencia la aprobación por parte de las autoridades de la competencia de su cacareada fusión, anunciada a finales del año pasado. Aun cuando en muchos países se ha dado ya luz verde a la operación, en Estados Unidos la transacción no ha obtenido aún el plácet de la Comisión Federal de Comercio (FTC). Y según publica The New York Times, la agencia gubernamental estadounidense estaría sopesando la imposición de una inusitada condición para la aprobación de la fusión de Omnicom e IPG.
De acuerdo con el prestigioso rotativo neoyorkino, las dos compañías podrían ser obligadas por la FTC a no boicotear ninguna plataforma aduciendo razones directamente emparentadas con su contenido político. El objetivo sería impedir que determinados proveedores fueran excluidos de los presupuestos publicitarios manejados por Omnicom e IPG alegando que procuran cobijo a contenido político de naturaleza extremista, por ejemplo.
La imposición de esta condición estaría alineada con los esfuerzos de la Casa Blanca para eliminar con el apoyo de sus agencias gubernamentales los prejuicios que existirían al parecer en algunos medios de comunicación en relación con los puntos de vista de tinte conservador.
La FTC quiere evitar que los medios más conservadores queden excluidos de los presupuestos publicitarios manejados por Omnicom e IPG
The New York Times cita a dos fuentes directamente familiarizadas con este asunto. Así y todo, la FTC no habría tomado aún una decisión firme a este respecto. Y las condiciones para la fusión de Omnicom e IPG podrían estar aún sujetas a cambios. Se espera en todo caso que la transacción se cierre durante la segunda mitad del año.
Hace unos meses emergieron informaciones según las cuales X habría amenazado con utilizar a su dueño Elon Musk, por aquel entonces asesor de confianza de Donald Trump, para influir negativamente en el proceso de aprobación de la fusión de Omnicom e IPG si ambas compañías no se avenían a invertir en la red social del sudafricano. Sin embargo, desde entonces se ha fraguado la ruptura total entre Trump y Musk, que formalizaba hace un par de semanas su salida de la Casa Blanca.
La fusión de Omnicom e IPG (fruto de la adquisición de la segunda empresa por parte de la primera) creará el mayor «holding» publicitario del mundo por volumen de facturación y arrebatará la corona a Publicis Groupe, que es actualmente número uno en la industria publicitaria.
