El recién inaugurado Observatorio Nebrija-Presidentex de Transparencia y Responsabilidad Publicitaria (RESPUB) nalizará el impacto social, económico y ético de la publicidad.
Este martes 3 de junio se ha inaugurado el Observatorio Nebrija-Presidentex de Transparencia y Responsabilidad Publicitaria (RESPUB). La plataforma ha sido concebida entre esta universidad privada madrileña y la agrupación fundada por cinco expertos senior en marketing para promover las buenas prácticas en el sector.
La presentación ha tenido lugar en la Facultad de Comunicación y Artes de la Universidad Nebrija en el campus de San Francisco de Sales de Madrid. Marta Perlado, decana de dicha facultad, ha hecho los honores y ha desvelado de manera muy amena cómo funcionará el nuevo Observatorio.
La Universidad Nebrija aporta al proyecto un ecosistema académico «donde el máximo valor es la búsqueda de la verdad, la razón, la independencia y el rigor», tal como ha apuntado el rector, José Muñiz, quien también destacó el gran compromiso de la industria publicitaria al tener la capacidad de generar cambios en las personas.
A continuación, Perlado ha moderado una mesa redonda de la que han formado parte Mar España, exdirectora de la Agencia Española de Protección de Datos; Eduardo Olano, presidente de UTECA; Alejandro Perales, presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC); y Francisco José González, cofundador de Presidentex.
Objetivos del Observatorio Nebrija-Presidentex
El recién inaugurado Observatorio Nebrija-Presidentex de Transparencia y Responsabilidad Publicitaria (RESPUB) tiene como propósito principal «observar y monitorizar aquellas prácticas que pueden mejorarse«, según ha señalado Perlado. La entidad analizará el impacto social, económico y ético de la publicidad.
La aportación diferencial del Observatorio RESPUB frente a otras plataformas que podrían considerarse similares es el foco en la gestión y compra de medios y soportes en los que se difunden los mensajes comerciales de las marcas, según ha explicado Francisco José González, cofundador de Presidentex.
«En algunos casos, una mala práctica en este terreno puede tener repercusiones en la propia salud mental de los sectores más vulnerables de la población (los más jóvenes), llegando en ocasiones a desafiar los principios básicos de la convivencia de una sociedad democrática y contemporánea, defensora de los principios básicos en los que debe sustentarse», ha señalado González, al detallar cuáles van a ser los objetivos del Observatorio.
Con esta perspectiva, el Observatorio se marca como reto añadir la A de «Advertising» a los tradicionales criterios ESG (Environmental, Social and Governance), como símbolo de la necesidad de que la publicidad sea también sostenible en sí misma y no solo en el mensaje que transmite. Las marcas no solo deberían asegurarse de que sus contenidos sean éticos, sino de que también tengan este mismo compromiso aquellos medios en los que sitúan sus campañas.
¿Qué vigila el observatorio?: riesgos y actividades
Los aspectos relativos a la responsabilidad publicitaria analizados son la seguridad y transparencia de los medios hacia las marcas, la ética en el uso de datos personales, el compromiso social y la diversidad y el respeto medioambiental. El Observatorio entiende que un anunciante que emite su publicidad a través de un medio irresponsable no puede considerarse responsable.
Las malas praxis sobre las que se hará saltar la alarma son el fraude publicitario y el tráfico artificial, la desinformación y noticias falsas, los formatos agresivos e intrusivos, la priorización de los ingresos sin ética ni eficacia, la falta de políticas ambientales, el impacto negativo en la salud mental (especialmente en jóvenes), la violación de la privacidad, las barreras para personas con baja alfabetización digital y las sanciones reiteradas por incumplimiento legal.
Además, el Observatorio publicará una clasificación de anunciantes que sí realizan buenas prácticas, centrando el enfoque hacia estos modelos a seguir. Asimismo, la corporación se propone impulsar el conocimiento académico y profesional más allá de las fronteras universitarias para que impacte en empresas, organismos reguladores y la sociedad civil. «Queremos apoyar la toma de decisiones estratégicas con base empírica. No queremos un Observatorio que solo observe, sino que ayude a tomar decisiones en el entorno publicitario», ha resaltado Perlado.
La entidad tendrá capacidad para generar informes ad hoc, organizar seminarios, elaborar rankings, participar en convocatorias y propuestas a programas de financiación, aliarse con otras universidades y centros de investigación, etcétera.
¿Qué opinan del estado de la publicidad los expertos del sector?
En la mesa redonda, Francisco José González, cofundador de Presidentex, ha abordado la responsabilidad de los anunciantes y la importancia del canal: no solo importa qué se dice, sino dónde se dice. La publicidad debe ser identificable como tal y emitirse en entornos adecuados. Ante plataformas que no se hacen responsables de contenidos editoriales, González estimó que el freno a estas situaciones son los propios anunciantes, que «tienen la capacidad de resolver el problema al instante si tienen la voluntad».
En cuanto a Eduardo Olano, presidente de UTECA, ha destacado la relevancia y los beneficios que el Observatorio tendrá para el sector publicitario y para la sociedad, dado que los anunciantes van a tener más información sobre los medios y podrán decidir mejor sus inversiones. También ha señalado la falta de control editorial de la publicidad que se dispone en muchas plataformas digitales. Ha recordado que hace quince años, un Observatorio como este no hubiera sido tan pertinente porque la regulación era más uniforme, ante un mercado muy diferente; «pero con la llegada de las plataformas digitales y las redes sociales, una iniciativa como esta es muy necesaria«.
Alejandro Perales, presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación, ha reafirmado el derecho de los ciudadanos a que la publicidad sea veraz, identificable y ética. También, ha advertido sobre el especial riesgo que enfrentan los niños y adolescentes en redes sociales, donde la falta de control permite prácticas invasivas, manipuladoras y poco transparentes. Además, trató la necesidad de establecer una diferencia clara entre la funcionalidad de la comunicación (el precio, los ingredientes, la utilidad) y los valores simbólicos, «que no hablan solo de los productos, sino de los valores de quienes los prescriben o aconsejan, como los influencers».
La salud mental en juego
Mar España, quien ha estado casi una década al frente de la Agencia Española de Protección de Datos, ha criticado el modelo de negocio digital, la mercantilización de los datos y el uso de estrategias adictivas que captan atención y perjudican la salud mental de los usuarios. Asimismo, ha recalcado la urgencia de actuar para evitar daños irreversibles y proteger los neuroderechos, tal como ella los ha definido. «Somos ovejas y pagamos por nuestro prado. Hay que poner límites ya», ha recalcado.
La experta en privacidad abogó por promover un código de conducta voluntario para que la industria de internet y las grandes plataformas se autorregulen en materia ética y profesional, y se obliguen, por ejemplo, a comunicar efectos secundarios para la salud; con el objetivo de conseguir a medio plazo que se puedan articular medidas regulatorias a nivel europeo. «No podemos esperar a que se actúe por multas. Hay que exigir responsabilidad a la industria», ha opinado.
«RESPUB refuerza nuestro compromiso con una formación conectada con la realidad profesional, capaz de anticipar tendencias y promover una comunicación responsable y transformadora«, ha concluido Marta Perlado.































