En la era de los agentes el marketing deja de ser un gasto táctico y pasa a convertirse en una infraestructura estratégica de crecimiento.
El marketing digital entra en una nueva fase estructural. No se trata solo de automatizar procesos, sino de una transformación profunda del modelo de relación entre empresas, tecnología y consumidores. Así lo concluye el nuevo informe de predicciones para 2026 elaborado por Incubeta, que identifica seis grandes cambios que marcarán el futuro inmediato del ecosistema digital.
El estudio sitúa a la inteligencia artificial como el eje principal de una nueva economía y «era de los agentes»: un entorno en el que los asistentes inteligentes no solo informan, sino que negocian, recomiendan y ejecutan decisiones de compra en nombre del usuario. En este escenario, el marketing deja de ser un gasto táctico y pasa a convertirse en una infraestructura estratégica de crecimiento. Repasando sus predicciones encontramos:
1. Cómo la IA está simplificando el consumer journey
El consumer journey tradicional (awareness, consideration y conversion) está perdiendo etapas. Las búsquedas impulsadas por IA eliminan fricciones y ofrecen respuestas inmediatas, reduciendo el tiempo entre la intención y la acción.
Según el informe, los usuarios ya no esperan explorar múltiples fuentes: esperan soluciones directas. Cerca del 60% de las búsquedas ya no generan ningún clic. En lugar de navegar, la gente pregunta directamente a sistemas de IA y espera una respuesta final. El impacto es enorme: desaparece el «camino» hacia la compra y se impone la decisión instantánea. El reto para 2026 será ser “la respuesta”, no solo el destino.
2. El nuevo paradigma de la medición
Otro de los grandes cambios afecta a cómo se estudia el comportamiento digital. Con el fin de las cookies y los límites crecientes a la recopilación de datos personales, seguir al usuario individual deja de ser viable.
En su lugar, se impondrán sistemas estadísticos avanzados, como el Marketing Mix Modeling (MMM), capaces de medir qué inversiones generan realmente crecimiento económico, sin necesidad de rastrear a personas concretas. Además, surgirán nuevas métricas para saber si una marca es visible dentro de las respuestas de los asistentes de inteligencia artificial.
3. Creatividad inteligente para destacar en la era del contenido ilimitado
La inteligencia artificial ya puede crear textos, imágenes y vídeos en cuestión de segundos. El resultado será un volumen prácticamente infinito de contenido online. Pero esta abundancia tiene un efecto secundario claro: destacar será cada vez más difícil.
Según el informe, la diferencia no estará en producir más, sino en crear contenido más inteligente: mensajes capaces de adaptarse automáticamente al contexto, al usuario y al momento. La creatividad dejará de ser una pieza cerrada para convertirse en un sistema que aprende y evoluciona.
4. Del buscador al «prompt»: preguntar sustituye a navegar
Los consumidores se acostumbran a interactuar mediante preguntas directas a interfaces conversacionales. En este nuevo ecosistema, la visibilidad ya no depende tanto del posicionamiento web tradicional, sino de cómo los sistemas de IA interpretan la autoridad, utilidad y fiabilidad de una marca.
Para las empresas, esto implica un cambio profundo en su estrategia de contenidos: información clara, estructurada, verificable y fácil de interpretar por sistemas automatizados será clave para seguir siendo relevantes.
5. Los agentes de compra con IA se convertirán en nuevos intermediarios
Una de las predicciones más disruptivas señala el auge de los agentes de compra inteligentes: sistemas que comparan precios, evalúan opciones y completan transacciones de forma autónoma. En lugar de buscar «mejor móvil calidad-precio», se preguntará directamente a un asistente qué modelo comprar.
En este nuevo escenario, la visibilidad ya no dependerá tanto del posicionamiento en buscadores, sino de cómo la inteligencia artificial interpreta la fiabilidad, relevancia y autoridad de cada marca.
6. Compras automáticas: cuando la IA paga por ti
Otro de los escenarios nuevos que plantea el informe es el auge de los agentes de compra con IA. Estos sistemas podrán comparar precios, analizar valoraciones y completar pagos sin intervención humana.
Para el usuario, significará más comodidad. Para las empresas, un reto mayúsculo: si sus productos no están correctamente estructurados y optimizados para ser «entendidos» por estos agentes, simplemente dejarán de aparecer en las recomendaciones automáticas. El nuevo enfoque no se basa en predecir el futuro, sino en construir infraestructuras flexibles que permitan responder al futuro en tiempo real.
A pesar del protagonismo de la inteligencia artificial, el informe subraya que el futuro no será completamente automático. El valor diferencial seguirá estando en el criterio humano: la creatividad, la estrategia, la ética y la construcción de confianza.
La conclusión es clara: la tecnología marcará el ritmo, pero la conexión humana seguirá siendo la clave para diferenciarse en un entorno cada vez más automatizado.
